La interna del PRO está cada vez más desatada. Aunque no rechaza su apoyo, ni los beneficios que puede brindarle, Patricia Bullrich entendió que Mauricio Macri hace su propio juego, y que su estrategia consiste en obtener los mayores beneficios de su indefinición respecto de su eventual candidatura.
Tanto a ella como a Horacio Rodríguez Larreta les conviene que el ex presidente se baje de la carrera presidencial, aunque saben que deberán ceder –y bastante- para conseguirlo y, además, conseguir que los apoye. O, al menos, que no les juegue decididamente en contra.
Cuando Patricia se enteró de que Mauricio había cerrado con Horacio que el candidato oficial para sucederlo fuera su primo Jorge, Patricia le retiró su apoyo y cerró un acuerdo con Ricardo López Murphy, su antiguo compañero de gabinete en el gobierno de Fernando de la Rúa.
La presidenta del PRO comprendió que debía fortalecer sus alianzas políticas, ya que hasta ahora venía jugando en soledad, hasta que alcanzó su límite. Entonces fue el momento de llegar a un acuerdo con el sector más conservador del radicalismo.
Ni lerdo ni perezoso, López Murphy inmediatamente manifestó su determinación de postularse a Jefe de Gobierno de la CABA. «El potencial de Argentina es colosal e innegable. Con fuerza, coraje y compromiso, vamos a sacar nuestra Nación adelante y arrollar al kirchnerismo en las urnas.»-enfatizó.
El larretismo ya no espera que la candidatura de Patricia se hunda, pero celebra que el crecimiento de la presidenta del PRO se haya detenido. Los últimos números que manejan en Uspallata le dan 8 puntos de ventaja a Rodríguez Larreta sobre su competidora.
Por su parte, Mauricio Macri desarrolla un astuto juego, que apunta a ejercer el liderazgo del próximo gobierno evitando una candidatura que no es vista con agrado por la mayoría de los argentinos. El ex presidente gestionó, días atrás, una foto de Patricia con el radicalismo mendocino en la Fiesta de la Vendimia. Pero ella sabe que Macri hace su propio juego, y que negociará sin pudor con Rodríguez Larreta para que su primo Jorge sea su sucesor. Entonces, rápida de reflejos, aceitó su acuerdo con los sectores más conservadores de la UCR, cerrando alianza con López Murphy.
«Más allá de la foto de hoy con Ricardo y con los radicales, hay algo que cambió. Larreta quería instalar que tenía todo. En una semana perdieron al 80% del radicalismo y López Murphy.»-afirmaron con entusiasmo desde la cercanía de la ex ministra.
Patricia Bullrich cuenta con los votos más duros del PRO, pero es descartada por los moderados. Además debe confrontar con Javier Milei por ese mismo segmento de votantes. El acercamiento con el “Bull dog” significa una profundización de esa línea de radicalización, e incluso deja abierta la alternativa de una ruptura con Juntos por el Cambio para componer una nueva alianza con Javier Milei.
Este enroque aún está verde, pero que se volverá cada vez más irresistible en caso de no conseguir descontar la ventaja que le lleva el Jefe de Gobierno porteño.
