Nada puede sorprender ya sobre las decisiones que adopta el gobierno de Javier Milei para cubrir con fuegos artificiales la catástrofe económica y financiera que provocó. El nuevo caramelito con el que ahora considera endulzar a los sectores más concentrados del campo consiste en renunciar a los derechos del Estado Nacional sobre el predio de Palermo para facilitar su apropiación por parte de la Sociedad Rural. Algo que ya intentó hacer Carlos Menem en su momento, pero que la justicia invalidó en 2018.
A pocos días de la inauguración de la muestra anual, de la que participará Milei, el ambiente está bastante caldeado. El presidente de la SRA, Nicolás Pino, le marcó la cancha al declarar que «Seguramente el Presidente usará la tribuna del campo para hacer algunos anuncios, eso nos mantiene expectantes. Nosotros esperamos que las cosas vayan sucediendo como el Gobierno plantea». Al ser consultado sobre cuáles eran las expectativas de la entidad, precisó que «lo que puede esperar el campo es tener un tipo de cambio único y que podamos comercializar normalmente, vender lo que producimos y comprar nuestros insumos con un solo dólar, no me importa cuánto es el valor».
Si bien el campo coincide en general en términos ideológicos con Milei y sigue respaldándolo públicamente, las presiones por la baja de retenciones y la devaluación de la moneda no bajan su intensidad. Las últimas medidas adoptadas por Luis Caputo generaron amplio rechazo, pero el Ministro no está dispuesto a modificarlas. Y, como es sabido, el discurso presidencial en la inauguración ha expuesto a silbatinas e insultos a aquellos mandatarios que no aceptaron disciplinarse a las exigencias de la entidad rural.
Milei quiere evitarlo a toda costa y Santiago Caputo le sugirió la posibilidad de compensar la negativa a esas medidas que reclama con la SRA con un gesto político: la cesión del predio en el que se realiza la exposición, que incluye varias hectáreas en una de las zonas más caras del país, y que le fuera vendido durante la gestión de Carlos Menem, en 1991, por apenas U$D 30 millones. Cristina Fernández, en 2012, dispuso su expropiación por considerar que fue adquirido “a precio vil” y apropiado de manera irregular; y en 2018 La Cámara Federal porteña procesó al ex presidente Carlos Menem y al ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, por esa viscosa operación económica.
Actualmente es la firma IRSA, del patrocinador del presidente Eduardo Elzstain y el empresario Diego Finkelstein, quien se beneficia como sociedad controlante del predio «La Rural». Pero con la renuncia del Estado Nacional al dominio sobre el predio ferial cederlo de manera definitiva a la Sociedad Rural, se concretaría el viejo anhelo de los rurallistas.
Como siempre en la gestión Milei, con la “nuestra”.