• 20/10/2024 04:18

Mauricio Macri se cobra los favores mientras que Milei va perdiendo volumen político

Oct 20, 2024

A lo largo de meses, Mauricio Macri no dejaba de quejarse del incumplimiento de los acuerdos aceptados por Javier Milei. En vano intentaba apropiarse de áreas significativas del gobierno nacional. Pero ahora las cosas parecen haber cambiado, y el ex presidente está convencido de que su apoyo al veto universitario le permitirá controlar Energía y Cancillería y, si Milei sigue debilitándose, también YPF y el Banco Nación.
¿Qué pasó para que la fortuna de Javier Milei se revirtiera tan rápidamente? La respuesta parece ser bastante simple: un gobierno con tan escasa representación legislativa, que debe negociar los votos para tratar de sostener sus políticas anti-republicanas basadas en DNUs y vetos con apenas un tercio de la Cámara de Diputados, requiere de un amplio respaldo social. Hasta hace menos de dos meses las encuestas mostraban números auspiciosos para el gobierno, pero los aumentos de tarifas, transportes y alquileres, sumados a los vetos a las mejoras dispuestas por el Congreso Nacional para jubilados y la educación universitaria, marcaron caídas muy significativas en su popularidad y anticipos de que, en caso de continuar con sus políticas de ajuste irracional, esa merma se profundizará antes de fin de año.
La creciente debilidad en la opinión pública le ha exigido a Milei entregar algo más que promesas a Mauricio Macri, ante el ultimatum que recibió del ex presidente respecto de que, si no había contraprestaciones concretas, no seguiría garantizándole ese tercio que le permite evitar el juicio político e impedir que funcionen sin trabas las instituciones de la República.
Por razones ideológicas, por hedonismo o por descompensaciones psicológicas Milei insistió en impedir que las universidades pudieran acceder al aumento de un irrisorio 0,14% del PBI. Ese supuesto ahorro, que pone en riesgo la continuidad el sistema público y gratuito de educación superior, le saldrá mucho más caro en términos concretos. La primera concesión es la designación como nueva Secretaria de Energía de María Tettamanti, quien se desempeñó como Directora General de Gas Camuzzi, la empresa de Alejandro MacFarlane, uno de los principales socios de Mauricio Macri. Con diplomacia, Macri respondió a la requisitoria periodística afirmando que sólo se respondía a un pedido del gobierno, sin ninguna clase de presión propia de por medio. «Nos han pedido colaboración en términos de reforzar el equipo de Energía». La ironía le estalló en la cara a Milei.
Para completar la jugada, hizo circular la versión de que la nueva funcionaria no le responde a él, sino a Patricia Bullrich: «Dejen que corran que la puso Bullrich, no pasa nada», indicó a sus operadores mediáticos, mientras se frotaba las manos, ya que el control de Energía le resulta vital para recomponer el poderío económico de su grupo empresarial, bastante desgastado en los últimos tiempos. Tal vez en el mundo irreal en el que viven buena parte de sus seguidores libertarios puedan creer que, desde ahora, los ex funcionarios de Macri le responderán a Javier Milei.
Tettamanti se suma así al círculo selecto de ex funcionarios de Macri que acompañan a Milei para hacer sus propios negocios, como el “Toto” Caputo, Santiago Bausili, Pablo Quirno, Vladimir Werning, Juan Pazo o Daniel González, quienes se travisten como libertarios para medrar sin complicaciones. El abismo existente entre la promesa de Milei de destruir el Banco Central y el papel estratégico que hoy desempeña para regular y manipular la actividad financiera demuestra que o bien Milei es tan mediocre como economista –como sugieren los especialistas que lo conocer-, o que sólo le interesa garantizar su popularidad y su proyección internacional desentendiéndose de los medios para conseguirlas.
Pero Macri no se quedó únicamente con Energía, sino que también impuso a Eduardo Bustamante como número dos de la Cancillería. También en este caso sostuvo la ficción de que el funcionario responde a Patricia Bullrich. La Ministra de Seguridad no saldrá a desmentirlo, ya que en caso de hacerlo su autoridad quedaría gravemente dañada.
También Mauricio Macri está avanzando en conseguir la designación de Luciano Laspina al Banco Nación y de Martín Maquieyra a YPF. En ambos casos se trata de diputados nacionales, por lo que Cristian Ritondo está analizando cómo garantizar su reemplazo por tropa propia, para no perder volumen legislativo.
La reunión con Macri y las negociaciones con Ritondo por el veto universitario dañaron seriamente a Santiago Caputo, quien pretendió imponer condiciones y debió entregar hasta la ropa interior. Macri también quiere la Hidrovía, que es una caja que el grupo de libertarios encabezado por Fernando Cerimedo y su socio Agustín Romo no están dispuestos a ceder. El problema a es que, en el repliegue del gobierno, no parece sencillo que puedan imponer su negativa.
Por si fuera poco, la Ministra Sandra Pettovello, la más próxima a Milei, recurrió desesperada a Macri para tratar de resolver sus problemas judiciales. El ex presidente designó a Germán Garavano para coordinar el lobby judicial, a cambio de la entrega de cargos determinantes del megaministerio. Ya Macri había conseguido imponer al Secretario de Trabajo, Julio Cordero. Ahora también exigió la renuncia de Leila Gianni, la camporista reconvertida en pettovellista. Sin compasión, su cabeza rodó.
De las tres mujeres clave en el entorno de Milei, Sandra Pettovello y Victoria Villarruel han escogido negociar con Macri. Parece muy difícil que Karina siga este camino, ya que se desprecian mutuamente.
La debilidad política de Javier Milei queda cada vez más expuesta, en poco más de diez meses de gestión. Su popularidad se está cayendo como un piano, y la gobernanza comienza a verse afectada. Sólo queda preguntarse hasta dónde aceptará claudicar.