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Cada vez peor con Santiago Caputo y Karina Milei. Pettovello pegó el faltazo a la reunión de Gabinete

Jul 30, 2024

«La ministra no fue porque tuvo que estar en Tribunales con el tema del procesamiento de Belliboni», fue la excusa que presentaron voceros del Ministerio de Capital Humano para justificar la ausencia de Sandra Pettovello en la reunión de Gabinete de ese martes.
Sin embargo, en off admiten que las razones son muy diferentes: la relación con Santiago Caputo y con Karina Milei está virtualmente quebrada. Con el líder de los Peaky Blinders y cerebro de la estrategia política del gobierno, todo se deterioró a partir de la histórica marcha universitaria del 23 de abril. Karina le objeta los costos políticos que el desmanejo del megaministerio causa a la imagen del gobierno y tensan la relación con algunos sectores de la justicia. Por su parte, Pettovello le reprocha a Karina la injerencia de Lule Menem en la ANSES. Por más que la ministra insista en que su vínculo con ambos es “excelente”, hasta el mismo tono que utiliza para expresarlo resulta poco creíble.
Para peor, Pettovello se reunió con Mauricio Macri días atrás, lo cual cayó pésimamente en el tridente de gobierno compuesto por Milei, Karina y Santiago Caputo, sobre todo porque se enteraron a través de una información periodística y no de la funcionaria.
El encuentro de la ministra con el ex presidente tuvo lugar en un momento de máxima tensión entre el gobierno y Macri, en el que ambos tratan de “robarse” mutuamente dirigentes y en el que el líder del PRO trabaja abiertamente para que Villarruel suceda a Milei lo antes posible, para tratar de tomar el control de ese eventual gobierno alternativo.
Este jueves Macri encabezará su primer acto público como presidente del PRO, tras el intermezzo de Patricia Bullrich, en el barrio porteño de La Boca. Allí mostrará su verdadera musculatura política, ya que prometió reunir a 1000 asistentes, incluídos gobernadores, intendentes y referentes territoriales.
La disputa facciosa y los intereses corporativos y personales generan constante inestabilidad en el gobierno, sumado a la indefinición del vìnculo entre el PRO y LLA, que no termina de resolverse y se renueva a través de una especie de guerra de cúpulas en la que todos mienten, hacen guiños y esperan su decantación para definrse.