Otro día negro para un gobierno que parece empeñarse en avanzar en sentido contrario al que le indica la sociedad argentina. Ya desde la mañana el Banco Central debió salir a vender reservas para tratar de mantener el techo de la banda cambiaria. Y a la tarde la Cámara de Diputados le propinó una soberana paliza al hacer caer los vetos sobre las leyes de emergencia pediátrica y de financiamiento universitario. La administración Milei está groggy y presa de la anarquía y de la guerra civil intestina. No consigue –ni hace mayor esfuerzo por- interpretar las señales que emite la sociedad argentina, e insiste en continuar con un rumbo que sólo conduce al colapso, tanto del propio gobierno como, lo que es mucho peor, de la Argentina en su conjunto.
Ya la noche misma de la elección en la provincia de Buenos Aires el presidente ensayó una autocrítica sin convencimiento alguno y que no pasó de la mención abstracta, para inmediatamente enviar una clara señal a los mercados: el rumbo económico de su gestión no se modificaría. En vano se esperaron gestos, reacomodamientos o recambios de funcionarios o de programas. Milei y su entorno viven aislados de la sociedad y tratan de justificar sus decisiones en el voto de la mayoría en el balotage de 2023. Pero ya estamos en 2025 y la sociedad tuvo oportunidad de experimentar en que consiste su plan real, no el de la dolarización y el cierre del Banco Central que utilizó para seducir a ingenuos y desencantados, y le ha dicho reiteradamente que no en cada oportunidad que se le presentó.
Este último lunes un Javier Milei reformateado en las formas utilizó la cadena nacional para hacer algunas consideraciones sobre presuntas mejoras en salud y educación que estarían incluidas en el Proyecto de Presupuesto 2026, atendiendo al clamor social. ¨Pero no pasó de su formulación engañosa, ya que el contenido de la propuesta del Ejecutivo indica exactamente lo inverso. Eso sí: una vez más insistió en el equilibrio y la racionalidad fiscales, a los que aludió una treintena de veces en apenas 15 minutos de alocución. Otra vez le habló a los mercados, como también lo hizo este martes en Paraguay, en el foro de la CPAC, un antro de conservadores y reaccionarios, ante los cuales autoelogió su desempeño, como si se tratara de Argenlandia. Mintió sistemáticamente sobre mejoras en los salarios, ocupación, niveles de pobreza e indigencia, respaldo social y éxitos del plan económico. ¿Pensaba tal vez que no se enterarían los argentinos?
Desde hace más de 15 días que la corrida financiera no se detiene. Tratando de emular a su jefe, Luis Caputo, uno de los directores del BCRA, Federico Furiase hizo recordar al tristemente célebre “Comprá campeón”, al asegurar que el gobierno contaba con un “poder de fuego” de USD 22.000 para sostener el techo de la banda cambiaria acordada con el FMI. “Que algunos no lo crean no es algo que dependa de nosotros. Solo lo comprobarán si lo testean“, desafió. Y los campeones volvieron a hacerle caso a las autoridades económicas: Este miércoles el dólar minorista cerró a $ 1475,50, pese a que el Banco Central vendió U$D 53 millones. Según ABC Cambios, “En las primeras horas se observaron ofertas oficiales por USD 200 millones en $1.474,50. Pero pasado el mediodía, tras absorber parte de la demanda, el Central reforzó su presencia y elevó la “muralla” hasta USD 500 millones en ese mismo nivel. En dicho precio se sumaron también las entidades financieras, rehusándose a vender por debajo de esa marca».
En sintonía con esto, el dólar mayorista también se disparó y el riesgo país alcanzó los 1329 puntos básicos, propios de un país en guerra o víctima de una catástrofe. Pero para Milei, Caputo, Bausili, Quirno y cía, “TMAP” (Todo Marcha Acorde al PlanÇ).
Mientras el caos financiero se pronunciaba se inició la sesión en Diputados. Allí le esperaba al gobierno una derrota más humillante aún. La oposición contó con el apoyo de los gobernadores y ex aliados del gobierno para sumar 181 votos a favor de la Ley de Emergencia Pediátrica (Garraham) y hacer caer el veto, contra 60 que lo respaldaron y una abstención. Se precisaban los 2/3 de los votos, pero se obtuvieron más de 3/4. La convalidación de la Ley de Financiamiento Universitario estuvo apenas por debajo de esos estándares, ya que obtuvo 174 voluntades contra el veto y apenas 67 a favor de mantenerlo. De los “85 héroes” que apoyaban a Milei el año pasado se le cayeron 18.
El gobierno de Javier Milei tambalea, en gran medida debido a su propia incapacidad. Este miércoles una marea humana se manifestó en las cercanías del Congreso para decirle que no a su gestión. Antes fueron 8 elecciones provinciales perdidas de manera humillante. Los mercados hicieron saltar el techo de la banda cambiaria y, por si fuera poco, los empresarios más beneficiados –y que crearon el Frankenstein Milei- ya le encontraron reemplazo en un economista fanático de Racing, cercano a la Fundación Mediterránea y muy afecto al uso de tintura negra, quien elaboró en su momento un detallado programa económico para el caso de que Patricia Bullrich fuera elegida como presidenta. Más que un Ministro de Economía para Melconian están buscando un presidente para acompañarlo, ya sea el propio Milei, Victoria Villarruel, Juan Schiaretti o Miguel Pichetto.
Mientras tanto avanzan las investigaciones judiciales y parlamentarias sobre la estafa $Libra: los audios de Spagnuolo y sus denuncias de corrupción en la ADIS y otras similares en la ANSES y el PAMI: el saqueo de la obra social de los peones rurales (OSPRERA): la utilización de $ 40 mil millones del Garraham para abastecer la timba financiera; y la lista sigue y se incrementa cada día que pasa, y todas ellas involucran al círculo estrecho del presidente. Los bonos soberanos se hunden, mientras que los activos de las empresas argentinas se diluyen en las bolsas de cotizaciones. Y todavía faltan 29 rondas financieras y dos renegociaciones de deuda de corto plazo antes de los comicios del 26 de octubre…
El gobierno de Javier Milei ha llegado a las puertas del cementerio y muy pocos están dispuestos a seguir acompañándolo en su derrotero. Menos aún son los que creen que el presidente tenga la lucidez y la fortaleza de carácter como para recomponer su situación y adoptar las medidas indispensables para mantenerse a flote. Esperemos que la Argentina consiga dar un giro a tiempo, antes de repetir la experiencia de Grafton, el pueblo norteamericano que se dio una administración libertaria en 2003 y terminó destruido por los osos.
Diputados le hizo caer los vetos y el mercado rompió el techo de la banda cambiaria. El gobierno de Javier Milei: a las puertas del cementerio
