• 07/12/2025 03:36

Juega “La Piba”. LLA y la interna que no cesa

Dic 6, 2025

Para nadie es un secreto la ambición enfermiza de Patricia Bullrich por llegar a la presidencia de la Argentina. Lo buscó a través de la mayoría de las fuerzas políticas, desde las organizaciones armadas y desde la derecha más reaccionaria, combatió el orden establecido y reprimió sin piedad a los más débiles, confrontó con Javier Milei en las elecciones generales de 2023 y fue su aliada a cambio de un ministerio en el balotaje. A Patricia nunca le importó cómo o desde dónde: sólo le importó llegar a la meta.

Pero el tiempo pasó y el objetivo no se cumplió, y en su entorno dejan filtrar que ya las energías ni la paciencia son las mismas. Sabe que, mucho más allá de 2027, no estará en condiciones de continuar en la búsqueda de ese objetivo. Por eso es que llegó al Senado para ganar volumen político y capacidad de negociación, aunque estratégicamente sólo admita que su objetivo es alcanzar la Jefatura de Gobierno porteña. No podría ser de otro modo, ya que siente pánico por Karina Milei, y sabe que no “El jefe” no se detendrá para borrarla de un plumazo a la primera movida equivocada. Tanto el presidente como su hermana saben cómo es, y si la mantienen a pesar de sus ambiciones es, simplemente, porque les sirve, ya que mide muy bien dentro del electorado conservador de la CABA. Mientras que se conforme con la Jefatura de Gobierno la mantendrán allí, pero sin quitarle la lupa de encima.

En su salto del gabinete al Senado, como Presidenta del Bloque de LLA, “La Piba” salió a llamar la atención desde un principio. Ya en la sesión preparatoria le cuestionó su accionar a la presidenta de la Cámara, Victoria Villarruel, cada vez más desdibujada políticamente. También trató de disimular los costos por su fracaso en la aprobación de los pliegos de Lorena Villaverde, quien debió conformarse con quedarse en Diputados, con la cola entre las piernas. Pero Patricia no se contentó con eso, sino que dejó bien en claro su decisión de anotarse una contundente victoria política: quiere que el Proyecto de Ley de Reforma Laboral ingrese por la Cámara Alta, y ser quien se atribuya el éxito de su aprobación en las Sesiones Extraordinarias.

Al llegar al Senado recibió el saludo de Juliana Di Tullio, quien exclamó:  “Ahí llegó la piba”. Se conocen y mucho, ya que fueron compañeras del bloque peronista en Diputados en tiempos pretéritos, uno de los tantos capítulos de su pasado que Bullrich se esfuerza por ocultar. A “La Piba” no le importa que los proyectos de las leyes de Presupuesto, de Glaciares, de Principio de Inocencia Fiscal, y las reformas impositiva y del Código Penal ingresen por Diputados. Quiere un triunfo rotundo y contundente en un tema que el gobierno ha fijado como una de sus prioridades, y en el que cree que podría sumar el apoyo de muchos sindicalistas a los que conoce desde siempre, pero sobre todo de su desempeño como Ministra de Trabajo de Fernando de la Rúa.

En la Casa Rosada admiten en off que: “No hay una razón para que vaya por el Senado, la única es que ella lo pidió. Quiere un triunfo resonante para empezar como presidenta de bloque y nada mejor que la agenda de Milei como para mostrar que puede. Y mucho más si es laboral. Fijate que la reforma del código Penal que salió de su ministerio lo lleva Diputados».

Bullrich confirmó que ya viene trabajando activamente en el tema, para que no se lo quiten de las manos.  “Ya estamos hablando con todos para tratar de buscar un acuerdo sobre una ley que devuelva a los argentinos la posibilidad de trabajar. Hoy no es fácil conseguir trabajo en la Argentina. Tenemos que volver a esa realidad. No lo vamos a hacer de un día para otro, pero sí con una ley que cambie las condiciones laborales actuales”.

Y en seguida enhebró su frase con su ambición política: “No sé si será duro o no. Yo voy a cumplir mi tarea. No le tengo miedo a las cosas duras, pero no creo, porque estamos en un diálogo, tenemos posibilidad de construir una mayoría, así que esperemos que todo ande bien. Nuestra intención no es generar un campo de batalla, sino que nuestra intención es sacar las leyes que necesitamos”.

“La Piba” quiere conseguir el ingreso del proyecto por Senadores, darle un trámite express y posicionarse políticamente de cara al 2027. En el gobierno la examinan estrictamente: saben que, más tarde o más temprano, deberán deshacerse de ella y hacerla añicos, pero mientras tanto puede resultar de utilidad. Bullrich lo sabe, pero también tiene en claro que la situación judicial de Javier y de Karina Milei no es muy sólida, y que tal vez en algún momento el modelo actual requiera un recambio en la cúpula para seguir avanzando. E imagina que debe ser ella la indicada para ese reemplazo.