• 03/12/2024 14:21

La excusa de Malvinas

Abr 2, 2024

 

Hasta hace algunos años atrás., la reivindicación de la soberanía argentina sobre las Malvinas e Islas del Atlántico Sur movilizaba las fibras más íntimas de la sociedad argentina. ¿Cómo interpretar, sino, el apoyo masivo a la guerra para su recuperación en 1982, aunque esa iniciativa proviniera de una Dictadura colapsada, condenada a nivel internacional y fracturada internamente, y que apenas un par de días antes había descargado una sangrienta represión en Plaza de Mayo, frente al reclamo masivo de “Paz, Pan y Trabajo”?

Pero los 42 años que nos separan de ese momento no pasaron en vano. El gobierno de Raúl Alfonsín insistió en desentenderse del conflicto y del tema Malvinas, asociándolo con una afiebrada decisión de un Terrorismo de Estado que había manoteado en los sentimientos más profundos de los argentinos para tratar de sobrevivir. El proceso de “desmalvinización” radical incluyó una degradación de los héroes ex combatientes, resignificados como “los chicos de la guerra”. A partir de entonces, por convicción o por conveniencia, los gobiernos peronistas o cristinistas apelaron a la reivindicación de los combatientes y de la memoria histórica sobre Malvinas. Alberto Fernández, fiel a su costumbre, no hizo nada. Mientras que los gobiernos de Cambiemos y de Javier Milei se alinearon con la tesis de que “las islas se perdieron con la guerra”. Desde Patricia Bullrich hasta intelectuales como Beatriz Sarlo sostuvieron este discurso, y lo mismo hace el gobierno actual con la canciller Diana Mondino y el candidato a ministro todoterreno José Luis Espert, quien sostuvo en un posteo de 2016 que “Las Malvinas no son argentinas. Las perdimos con la guerra. Basta de nacionalismos. Bien por Macri tratando de que den plata acordando con UK:”

Este 2 de abril nos presentó a una dirigencia más preocupada en utilizar políticamente la causa de Malvinas. Como suele suceder, el gobierno se mostró dividido: mientras que el presidente Milei, confeso admirador de Margaret Thatcher, y la canciller Mondino encabezaron un lavado acto en consonancia con la falta de reacción –e incluso el aval- del avance británico sobre nuestras islas;: la vicepresidenta Villarruel le imprimió al propio una matriz nacionalista, para destacar que su padre había sido uno de los héroes condecorados en el conflicto, aunque omitió que luego se las quitaron por “no reunir las condiciones” para merecerlas por su accionar durante el Terrorismo de Estado. El tiro por elevación de la vicepresidenta se inscribe en su plan de reivindicación de los genocidas para tratar de conseguir simultáneamente su liberación.

En su propio acto Axel disparó contra Milei: “No se puede homenajear y tener como ídola a Thatcher”; mientras que el ex candidato a vicepresidente de UxP, Agustín Rossi, posteó en X que: Utilizan Malvinas para pedir impunidad para los genocidas. No nos olvidamos de Malvinas, no olvidamos a nuestros veteranos, no nos reconciliamos con los que mataron, torturaron, violaron a nuestros compañeros/as. Para ellos seguiremos exigiendo Memoria, Verdad y Justicia.”

En síntesis, unos y otros aprovecharon la celebración para reafirmar sus proyectos y criticar tácita o explícitamente a sus adversarios dentro del juego político argentino actual. Pero el reclamo real a nivel diplomático sobre las Malvinas está cada vez más lejano.