«No dejaron que ingrese un fotógrafo propio, ni nadie de mi equipo», rezongó Victoria Villarruel a la salida del acto de inauguración de la 136° Exposición Rural. Desde hace tiempo la vicepresidenta no deja de contarle las costillas en público al presidente, quien, por su parte, la ha dado de baja del organigrama del gobierno nacional, ubicando en el lugar vacante a su propia hermana Karina.
Cuando el periodista Ramón Indart posteó que «todos buscando si sube alguna con el Presidente», Villarruel respondíó: «Solo dejaron entrar a un colaborador que estuvo muy lejos mío, así que las fotos que tengo son las que me mandaron de varios lados».
A diferencia de lo sucedido en el acto del 9 de Julio, Villarruel se ubicó en el palco separada de Milei, con el titular de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, haciendo las veces de muro divisorio.
El evento ruralista cerró una semana en la que la vicepresidenta insistió en sus denuncias sobre el colonialismo francés, mientras que el presidente y su hermana se deshicieron en disculpas y aclaraciones ante el embajador y el presidente galo, Emmanuel Macron.
No fue esta la única señal de la ruptura total entre ambos. Mauricio Macri y Julio Saguier, CEO del diario La Nación, vienen negociando la incorporación de la vicepresidenta en un frente que apunta a trabar la iniciativa oficial que pretende designar al juez federal Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema.
En un clima político enrarecido y disperso, mientras que Milei apuesta a fortalecer su imagen internacional, retaceando al mínimo su visita a las provincias argentinas, Villarruel no cesa de viajar por el país, estableciendo vínculos y abrochando acuerdos con gobernadores, sobre todo de origen peronista. La crisis de UxP y su manifiesta incapacidad de elaborar una propuesta alternativa a las políticas oficiales ha permitido fogonear una propuesta de salida por una derecha nacionalista, que pretende elevar a la presidencia a la vicepresidenta o a Miguel Pichetto, juicio político o renuncia de Milei mediante. Esta alternativa resulta atractiva para Mauricio Macri, pero también para el peronismo que avizora la posibilidad de sacarse el yugo de Cristina Fernández. El gran armador público de esta opción es Guillermo Moreno, quien en los últimos días aceptó públicamente la posibilidad de sumar a Villarruel dentro de lo que denomina un “nacionalismo de inclusión”. La Cámpora y Cristina contribuyen activamente a la consolidación de Milei o a la “salida por la derecha”, tratando de socavar constantemente la figura de Axel Kicillof.
Enfrascada en el faccionalismo infantil, UxP se desangra y le abre las puertas a una salida política que, lejos de beneficiarla, la aleja cada vez más del protagonismo que supo tener en el pasado.