La interna de JxC en la CABA sólo es presentada en los medios como una disputa entre dos candidatos. Pero, ¿se limita sólo a eso? ¿O, por el contrario, adquiere una importancia trascendental que los medios han invisibilizado?
Si hacemos un poco de historia, hasta ahora la coalición JxC se ha montado sobre un equilibrio en el que le fue reconocida su hegemonía al PRO, un partido originalmente municipal, que sólo controla un distrito –la Ciudad- y algunas intendencias a lo largo del país. Su socio, la UCR, venía manteniendo tres provincias –Jujuy, Corrientes y Mendoza-, y una significativa cantidad de intendencias a lo largo de la geografía nacional. Pese a eso, ya sea por diferencias irreconciliables dentro del radicalismo o por el impacto que aún arrastra por no haber podido concluir ningún período presidencial después de 1928, la UCR nunca se animó a discutir el liderazgo del PRO.
Sin embargo, los resultados electorales registrados hasta ahora en las provincias podrían anunciar un cambio sustancial. Con las victorias en San Juan y San Luis, y las expectativas favorables que se le presentan en Santa Fé y el Chaco, Juntos por el Cambio incrementará su musculatura institucional. Sin embargo, al macrismo no le ha ido nada bien, ya que esos comicios demuestran un significativo retroceso de los “halcones”: los vencedores se alinean con Horacio Rodríguez Larreta. Si Carolina Losada –asociada a Patricia Bullrich y a Mauricio Macri- es derrotada en las PASO santafesinas, y si Martín Lousteau consigue imponerse en la CABA, el tronco macrista del PRO se quedará sin control institucional de ningún Estado provincial argentino.
De este modo, la competencia entre Martín Lousteau y Jorge Macri parece implicar mucho más que una definición de candidaturas, al poner en cuestión la propia supervivencia de una fuerza política vecinal que exitosamente consiguió proyectarse sobre toda la Argentina a partir de 2015.
Esto explica la insistencia de Mauricio Macri por instalar a su primo Jorge como candidato oficial de Juntos por el Cambio en la CABA, desarticulada por Horacio Rodríguez Larreta, quien garantizó que Martín Lousteau pueda competir en igualdad de condiciones. El respaldo obtenido en las diversas instancias judiciales de la candidatura de Jorge Macri, incluida la Corte Suprema de Justicia, que aprobaron su presentación pese a sus manifiestas dificultades para cumplir con los requisitos exigidos por la Constitución porteña, demuestra su alineamiento con los “halcones” del PRO. Es muy difícil justificar la contradicción entre esta decisión con la sentencia de veto que el Tribunal Superior de Justicia porteño le impuso en 2011 a Adrián Pérez, de la Coalición Cívica, quien se encontraba en situación similar a la de Jorge Macri, al no poder demostrar los cinco años de residencia exigidos. La determinación judicial confirma los cuestionamientos sobre la Justicia Argentina, que la convierten desde hace rato en el poder más cuestionado por nuestra sociedad.
A esta altura del proceso electoral, en el entorno de Jorge Macri manejan encuestas que le dan una luz de 6 puntos sobre Martín Lousteau. En el Gobierno de la Ciudad, lo datos recibidos la reducen a 4. Y en el entorno del candidato de Evolución Radical se reducen a apenas 2 puntos. Por ahora todas son especulaciones. Algunos optimistas en la órbita de Lousteau aspiran a que, debido a que Leandro Santoro irá como candidato único por UxP, una porción importante de sus votos en las generales podrían derivarse a apoyar la derrota del macrismo en las PASO porteñas. No se trata de una especulación infundada, ya que en el ballotage de 2015 ese fue el comportamiento de un 80% de los votantes del entonces FPV, cuando Lousteau estuvo a poco más de 1 punto de arrebatarle la CABA al macrismo, representado entonces por Horacio Rodríguez Larreta.
Pero la política es dinámica y mucha agua ha pasado por debajo del puente desde entonces. Rodríguez Larreta dio el portazo y, aunque no lo haga de manera explícita, su acuerdo con Morales y Lousteau resulta indisimulable.
La pregunta clave, entonces, es cuál será el comportamiento de los votantes de UxP en las PASO, y si elegirán emitir un voto partidario o uno inteligente para poner fin al macrismo.
Tal como ha sucedido a lo largo de la historia argentina, en la Capital se definirá buena parte del futuro de los argentinos. Una vez más, la moneda está en el aire.