El Secretario Administrativo-Financiero de la Universidad Nacional de San Juan, Ricardo Coca, encendió las alarmas al advertir que, en caso de que Javier Milei llegue a la presidencia e implemente la privatización y el arancelamiento de la educación superior, la tarifa que debería pagar cada alumno «estaría en el orden del $ 1,5 o 2 millones» anuales.
Visiblemente preocupado por la situación, Coca enfatizó que “Nosotros como universidad tenemos que decir cosas y hacer mucha docencia en este sentido. Una de las cosas que tenemos que decir a los alumnos es que se presentan tres candidatos, uno de los cuales, que ha sido el más votado, está diciendo por ejemplo que hay que arancelar las universidades.»
Y a continuación presentó los números que arrojó el estudio respectivo realizado por esa universidad. «Tenemos que decirles que ese arancel hoy estaría en el orden del 1.500.000 o 2.000.000 de pesos el año.»
«Es decir que aquel alumno que lo sostenga a ese candidato, va a tener que pagar por su educación superior, porque vamos a ir a un modelo como el que hay en Chile.», subrayó.
En esa misma línea de argumentación, advirtió sobre los riesgos que supone el programa de Javier Milei. «Hay que decirle a aquellas personas que están pensando en jubilarse, que la propuesta es que vuelvan las AFJP. Nosotros ya las tuvimos en Argentina durante la época de Menem, cuando el 30% de lo que se aportaba, eran comisiones para la AFJP y que fracasaron estruendosamente en Chile.»
Y concluyó con un pronóstico muy preocupante: «Hay que decir que también ha anunciado propuestas de vouchers educativos para la educación primaria y secundaria, que generarían sin duda segregación y diferencias abismales entre escuelas de distintos sectores, que puedan pagar y los que no. Como ciudadanos, hay que advertir aquellas propuestas que son muy estrambóticas y peligrosas”.
Si bien Javier Milei no supo explicar si el sistema de vouchers se aplicaría sólo para la educación primaria y la secundaria, mientras que la superior sufriría una privatización directa, en su entorno convalidan que esa es la opción mas probable.
La estrategia de Milei consiste en implementar un sistema de vouchers para «subsidiar a la demanda». De este modo, todas las instituciones dejarían de recibir recursos públicos, por lo que se privatizarían de hecho, generando una «oferta» educativa que debería «competir» con las universidades privadas para atraer la “demanda”. En algunos casos, el gobierno le asignaría una tarjeta con dinero a algunos estudiantes, aunque no se aclaró respecto de los criterios socioeconómicos a tener en cuenta.
De este modo, los beneficiarios de ese subsidio deberían aplicarlo a sufragar la educación de sus hijos. Claro está que apenas podría llegar a alcanzar para cubrir las tarifas de las más baratas, las de peor calidad educativa.
La aplicación de estos criterios sería un golpe mortal para las universidades públicas argentinas, que son las mejor ubicadas en todos los rankings internacionales, con la UBA a la cabeza. Todos esos logros, los premios Nobel obtenidos, y la promoción de la movilidad social ascendente que posibilita la educación pública quedarían pulverizados de un mazazo.
La Libertad Avanza. La ignorancia, también.