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El peronismo volvió a hacerlo

Nov 13, 2023

En las 48 hs. previas al Debate Electoral el contubernio entre Javier Milei y Mauricio Macri estalló. En el entorno del libertario reclamaban al ex presidente no haberles girado un centavo de los fondos prometidos para el tramo final de la campaña. También que hubiera dado un paso al costado Guillermo Dietrich, a quien Mauricio Macri había encargado para ocuparse de la fiscalización nacional. Las redes de fiscales puestas a disposición quedaron desactivadas después de 2019, y además el empresario quedó muy golpeado de su gestión durante el gobierno de Cambiemos, y se mostró muy poco dispuesto a volver a “embarrarse” en el juego político.

Por si fuera poco, en el fin de semana la Jueza Electoral, María Servini, denunció en las redes que La Libertad Avanza no había entregado boletas suficientes para su reparto en todas las mesas del país, a pesar de haber recibido los fondos respectivos. Abría así el paraguas ante la campaña de denuncia de fraude que viene organizando esa coalición, copiándose de estrategias similares implementadas por Donald Trump y Jair Bolsonaro. Sólo unos días antes, la Cámara Electoral les había llamado la atención sobre las denuncias infundadas en ese sentido que habían replicado en las redes sociales y los medios amigos.

A esto debía sumarse la crisis interna dentro del entorno de Javier Milei. En la semana había sido apartado de la campaña el armador, Carlos Kikuchi, y antes de eso habían sido silenciados históricos referentes del espacio, como Ramiro Marra o Lila Lemoine. Otros empresarios se habían retirado por su cuenta, espantados por los resultados de la primera vuelta electoral y el contubernio sellado entre Milei y Mauricio Macri.

De este modo, a la hora del Debate no había presente en la Facultad de Derecho ningún referente del PRO. Tampoco hubo apoyo moral ni mediático durante su desarrollo, pero sí amargas críticas luego de su finalilzación.

«Excelente, Massita. Gran candidato de la oposición. Peronismo, haz tu gracia una vez más», posteó Fernando Iglesias con ironía. Expresaba así la opinión unánime dentro del PRO: Javier Milei había perdido el debate por paliza. Sólo hubo una mínima controversia en el canal partidario, La Nación +, donde el oráculo de Mauricio Macri, Luis Majul, hacía esfuerzos desesperados para tratar de silenciar las críticas demoledoras de quienes lo acopañaban.

De este modo, lo que pretendió ser una ironía de Fernando Iglesias fue, en realidad, una sentencia. La opinión en el PRO era unánime: el peronismo había vuelto a hacerlo.

Más aún, ni siquiera se molestaron en nombrar a Javier Milei, coincidiendo en que la tarea que impone la hora consiste en dedicarse a fortalecer al partido. «No volver a vivir algo así», completó Iglesias, sintetizando ese sentimiento compartido.

Los dirigentes macristas terminaron de convencerse de que había sido un acierto no haberle girado fondos a Milei para el tramo final de la disputa electoral. Sólo se esperanzaban con que la destrucción pública de la figura de Milei termine generando empatía en el electorado y, paradójicamente, sumarle votos.

«Los votantes de Milei pueden estar un poco desilusionados con esta versión de él y los de Massa creyendo que ganan, pero para los votantes que había que captar la zaraza y el tono de Massa irrita y Milei sin dar miedo, suma», planteó la asesora de discurso histórica de Mauricio Macri, Mora Jozami.

El derrotado intendente de Pinamar, Martín Yeza, recomendó directamente dar vuelta la página. «El 19 voto Milei y el 20 de Noviembre a mejorar y fortalecer el Pro para no volver a mirar una cosa así ni tener que vivir una situación como en la que estamos».

Para la dirigencia del partido amarillo, la conclusión fue decepcionante: la magia del peronismo sigue intacta.