El oficialismo debió postergar para el miércoles el tratamiento de la “Ley ómnibus” porque no le daban los números. En forma frenética se sucedieron –y continuarán en las próximas horas- las negociaciones con los bloques “colaboracionistas” y el cónclave de gobernadores de JxC.
Todas las expectativas del gobierno están puestas en su aprobación y espera conseguir acuerdos que le permitan definir el debate en el recinto en 40 horas. Lejos están los tiempos en los que el oficialismo declaraba que no negociaba con la “casta”. Ahora todo es “rosqueo”. A punto tal que, por las diferencias existentes, debió postergar nuevamente su discusión por un día –ya lo había hecho la semana pasada-.
Pese a los cuestionamientos que sufre dentro del oficialismo, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, ha conseguido rehabilitar la línea con la Casa Rosada, con la que mantiene mantiene contactos permanentes, y con los referentes de los bloques colaboracionistas de Diputados. La fragilidad parlamentaria de La Libertad Avanza no sólo se debe a que cuenta con apenas 38 bancas propias, sino también a que los acuerdos alcanzados por el Ministro de lnterior, Guillermos Francos, y el propio Menem, luego son desautorizados en instancias superiores del gobierno.
Para este martes está prevista una reunión entre Menem y los presidentes de los bloques aliados para tratar de unificar criterios. En cambio no hubo convocatoria alguna para el bloque de Unión por la Patria. E Presidente de este espacio, Germán Martínez, explicó que no han recibido invitación alguna. “Desde el 10 de diciembre no nos contactó nadie del Gobierno ni de La Libertad Avanza”, afirmaron en su entorno.
Los gobernadores de Juntos por el Cambio y los jefes de las bancadas colaboracionistas se reunieron en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en la ciudad de Buenos Aires, para evaluar las modificaciones aplicadas al proyecto original, no se sabe bien por manos de quiénes ni en qué ámbitos, lo cual generó una gravísima controversia la semana pasada. En principio pretenden consensuar una posición común, pero no está claro que lo consigan.
Los gobernadores colaboracionistas vienen exigiendo sin éxito que la Casa Rosada unifique la interlocución y abra una mesa con los funcionarios de Milei que tienen incidencia en la discusión sobre la Ley Ómnibus. No les alcanzan los contactos con Francos, a quien ven como una especie de “cadáver político”, y pretenden ser recibidos por “Toto” Caputo o Nicolás Posse, Jefe de Gabinete, En contradicción con la desprolijidad y falta de respeto por las normas, los jefes provinciales buscan un cónclave formal para darle institucionalidad a la negociación.
En concreto, los gobernadores colaboracionistas exigen alternativas para compensar los ingresos que podrían haberles significado la aprobación del capítulo fiscal de la ley, que el gobierno decidió retirar ante la manifiesta oposición de los legisladores, la CGT y la mayoría de la sociedad argentina. La posición que priva entre ellos es la de “acompañamiento” para sesionar y tratar esta semana en el Congreso el proyecto oficial del Gobierno Nacional. En el caso del PRO, además, sus 37 diputados nacionales están dispuestos a acompañar el proyecto, argumentando que hay que darle herramientas rápidas al Gobierno Nacional para poder encarar la gestión en esta difícil situación. Otro tema de vital importancia para el PRO, como es la deuda de la Nación por la Coparticipación con la Ciudad de Bs As., irá por carril separado del tratamiento de esta Ley..
Pese a que el Dictamen de Comisión fue presentado como aprobado el miércoles pasado, recién este domingo por la tarde el oficialismo le acercó a los bloques aliados el texto nuevo de la Ley Ómnibus con las modificaciones aceptadas, que pasó de 664 artículos de su versión original a 386 de la redacción actual. Qué firmaron los legisladores colaboracionistas y quiénes y en qué ámbitos se realizó la redacción final es una incógnita, pero también una grosera violación de la institucionalidad vigente. Una más, y van…