Javier Milei afronta una nueva etapa de inestabilidad emocional. Sus brotes de furia, cada vez que se le contradice, y sus largas estadías en la aplicación X, donde aprueba y postea agresiones, descalificaciones y ofensas de una manera impropia para la investidura que ejerce, causan preocupación entre quienes lo rodean.
Si bien el presidente resulta instrumental para ciertos grupos que se benefician con su gestión, entre ellos los más concentrados de la economía, el empresariado israelí, el Gobierno de los EEUU, el poder financiero y los productores y exportadores de alimentos y materias primas, su inestabilidad emocional hace que la opción de su recambio nunca sea descartada. Su primitivismo político y su inestabilidad emocional les preocupa, y mucho.
Si bien los partidos políticos están fracturados, divididos y desacreditados ante la sociedad, lo cual impide que se le presente una sólida oposición, tiene en cambio en su contra a una poderosa adversaria, que también se aprovecha del contexto de disolución para ganar posiciones y acercarse a la presidencia.
La vicepresidenta Victoria Villarruel ya no oculta su pretensión de reempazarlo en la primera magistratura. En sus últimas apariciones públicas llegó a caracterizarlo como “jamoncito del medio”, entre dos mujeres poderosas como ella misma y su hermana Karina, a la que denomina –como Mauricio Macri- la “tarotista”. Tampoco niega su ambición de desempeñar la primera magistratura lo antes posible, ni evita diferenciarse de los métodos inconstitucionales y las graves agresiones a la institucionalidad en la que incurren cotidianamente el presidente y sus allegados.
Villarruel cada vez se cuida menos de ocultar sus planes y objetivos. En las últimas semanas no sólo posibilitó el rechazo del Mega DNU por parte del Senado, sino que también le advirtió al presidente que el proyecto de utilización de las FFAA en seguridad interior no tendrá aprobación institucional. Tampoco ha hecho un solo comentario aprobatorio sobre las políticas económicas y se ha diferenciado claramente de las gestiones de Defensa y Seguridad.
Por más que pretenda ocultarlo su generoso blindaje mediático, los resultados económicos y sociales del gobierno son decepcionantes, y hasta el ministro Caputo ha tenido que salir a reconocer que la pendiente descendente de la inflación podría verse alterada en los meses de marzo a junio, y que la recuperación económica que anunciaban deberá esperar para más adelante.
Tal vez por ignorancia o por empatía, Milei no tuvo mejor idea que postear una imagen propia que asemeja ser una réplica de otra de Napoleón Bonaparte, con la leyenda “Viva la libertad carajo!”. En ella se lo ve abatido y descorazonado, y no podría ser de otra manera, ya que la imagen de Napoleón elegida corresponde al momento de su derrota.
Mientras que el “jamoncito” se desespera, Villarruel se frota las manos e incrementa la marcha.