El Ministro de Transporte de la Provincia de Buenos Aires, Rodolfo D’Onofrio, es una figura histórica característica del Frente Renovador que ha tenido su base política en la localidad de Pilar. Único referente del massismo en la gestión de Axel Kicillof, en los últimos tiempos se ha visto cuestionado por una serie de denuncias por la trama de las fotomultas y la VTV en la provincia, acusado de implementar mecanismos alternativos y poco transparentes para evadir el pago institucionalizado.
La situación de D’Onofrio es tan complicada que el Frente Renovador no lo reconoce ya como un cuadro propio dentro de la gestión provincial, mientras que Sergio Massa mantiene un silencio de radio al respecto. Por el contrario, el gobernador Kicillof ha manifestado su conformidad respecto de su gestión, lo que complejiza una trama que se ve agravada por el avance del trámite judicial en su contra.
En los últimos días han aparecido informaciones cruzadas respecto del futuro del ministro. Incluso se atribuye a su entorno la difusión de la especie de que estaría dispuesto a renunciar en los próximos días, a causa del avance del procesamiento. Sin embargo, llama la atención el escaso protagonismo que le ha asignado LLA a esta situación, lo que mueve a diversas especulaciones respecto de las razones de esta actitud. ¿Hay alguna vinculación entre D’Onofrio y el partido que gobierna a nivel nacional en el supuesto negocio de las VTV y las fotomultas, o bien LLA se contenta con tenerlo en la parrilla, asándolo a fuego lento, hasta que se acelere la campaña electoral del año próximo, a similitud de lo que sucede con Cristina Fernàndez?
Jorge D’Onofrio se incorporó al gabinete de Axel Kicillof a fines de 2021, cuando tras la pésima elección del FDT en los comicios de medio término se produjo la intervención del gobierno de Axel por parte de Cristina Fernández y de Sergio Massa. D’Onofrio quedó a cargo de áreas que estaban en el Ministerio de Infraestructura –a cargo entonces del actual intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini-, que significaban cajas de recaudación muy importantes, como la VTV y las fotomultas.
Si bien Massa mantiene su silencio respecto de D’Onofrio, “hace ya cuatro meses que le advirtió al gobernador sobre la gestión de Transporte y los problemas que le llegaban del área”, y el “ruido” que podría causar la escalada judicial respectiva. Pero el gobernador hizo caso omiso y manifestó su conformidad respecto de su desempeño.
El ataque sobre el ministro se inició a partir de su enfrentamiento con el presidente Javier Milei por la eliminación del sistema de Boleto Integrado para la provincia, lo que significaba dar de baja los descuentos por combinaciones de viajes. Por entonces D’Onofrio satirizó la cuestión, afirmando el 2 de septiembre que: “Esto está dirigido pura y exclusivamente a castigar al pueblo de la provincia que ha votado comunistas, un gobernador comunista, y por esa razón hoy nos debemos hacer cargo de las consecuencias, como dijo Milei en un streaming”.
Figura clave dentro del FR provincial, D’Onofrio había incluido dentro de sus funcionarias a una candidata de La Libertad Avanza, Sabrina Sabat, en las elecciones de 2023, que terminó accediendo a una banca de diputada provincial. Hoy forma parte de un bloque libertario light que apoya con sus votos la gestión de Kicillof. Sabat renunció a su cargo al producirse el cierre de campaña del año pasado, lo que pareció confirmar la estrategia atribuida al massismo de proveer a Milei de estructura y candidatos para respaldar su candidatura.
Entre las principales involucradas por la causa de las VTV y las fotumultas aparece Roxana Pombo, hermana de Claudia –presidenta del Consejo Deliberante de Pilar y también massista y concejala de ese municipio- quien fue designada por D’Onofrio como Directora de Estrategias Portuarias y Aeroportuarias en el ministerio al asumir su cargo.
Asì las cosas, la verdadera trama que se esconde tras del D’Onofrio Gate resulta sumamente viscosa. ¿Se trata de nuevas cajas de distribución de recursos entre los diversos espacios políticos de la provincia, lo que explica el silencio de LLA y el respaldo de Axel Kicillof a su ministro, que saltó a la luz por acción de algunos disconformes que quedaron afuera del reparto? ¿O se trató en cambio de un pase de factura del gobierno nacional sobre Axel, cuya explotación política quedó pendiente hasta el momento oportuno de la campaña electoral del año próximo?
Lo más llamativo del caso es el distanciamiento del FR respecto de D’Onofrio, a quien la mayoría ha dejado de considerar como un cuadro propio. ¿Se deberá a convicción o a haber quedado afuera de la distribución de beneficios, en caso de que la denuncia consiga comprobarse? Por ahora, sólo existen especulaciones, aunque en la rosca política se lo defina como una especie de “calma chicha”, que podría desatar un tsunami más temprano que tarde,
El interrogante D’Onofrio
