• 09/02/2025 00:56

Elecciones 2025 en la Provincia de Buenos Aires Entre la disociación y el “no hay plata”

Ene 14, 2025

Las elecciones de medio término que se realizarán este año pueden ser leídas en diversas claves. Una de ellas es la implicancia de la eventual disociación de fechas para los comicios provinciales y nacionales, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, donde históricamente se realizaron en coincidencia con las generales. En este sentido, una posible interpretación puede realizarse en términos de las disputas internas por los liderazgos dentro de cada coalición o fragmento del universo político: ¿Le conviene a Axel Kicillof diferenciarlas para tratar de imponer su jefatura, dejándole el plano nacional a Cristina? ¿Es mejor para LLA o el PRO ir juntos o separados y en una misma fecha o en dos instancias diferenciadas? ¿A quiénes podría beneficiar la continuidad o no de las PASO?
La otra clave de lectura, a la que se le ha prestado menos atención, está relacionada con el financiamiento de los comicios. Si bien es cierto que en muchas provincias es práctica diferenciar las instancias locales de las nacionales, y están los mecanismos aceitados, y en la CABA, por su limitado número de votantes y su abundancia de recursos, no significa un problema, el hecho de tener que convocar en dos ocasiones –o en cuatro, en caso de que se mantengan las PASO- a la ciudadanía implica además una movilización de recursos humanos y financieros que pondrían en serios aprietos a la administración provincial.
En la PBA la población no deja de crecer, a diferencia de la mayoría del resto de los distritos. En 2023 se sumaron 297.000 votantes respecto de los comicios de 2021, que demandaron el armado de 39.500 mesas electorales para votantes nativos, y 2100 para extranjeros. Se citaron a 83.200 personas como autoridades, para ejercer como presidente y suplente, para fiscalizar una elección con más de 14 millones de electores. Todavía no hemos accedido a los datos actuales, pero cabe subrayar el agravante presupuestario que significaría la realización de elecciones diversificadas con PASO, lo que demandaría realizar cuatro citaciones.
Respecto de la elección intermedia de 2021, en 2023 hubo un aumento de más de 10.000 autoridades de mesa, ya que en aquella ocasión se convocó a 73.000 personas para ejercer esas tareas. En números puros y duros, el principal distrito electoral del país sumó más de 14,2 millones de electores, que incluyeron unos 13.184.000 nativos y 869.970 extranjeros. En las elecciones de 2021 los empadronados fueron 12.888.231 nativos y 868.469 extranjeros. En total, 13.756.700 electores.
Si bien no se cuenta con datos exactos para las elecciones de este año, no sólo deberá considerarse la inclusión de mayores de 16 años en el padrón, sino también que habrá que financiar la participación de las autoridades de mesa y el complejo operativo de resguardo de urnas, control del orden público, etc. ¿Cómo sostendría semejante esfuerzo una PBA castigada por el recorte brutal de fondos por parte del Gobierno Nacional? El Presupuesto de 2025 no pudo ser aprobado, por lo que no habrían fondos electorales suficientes que pudieran ser prolongados y actualizados. La unificación de fechas permitía aprovechar en gran medida la infraestructura y recursos del Estado Nacional, pero una diversificación haría recaer todo el esfuerzo en la administración provincial.
Además, varios intendentes han manifestados sus quejas ante el gasto y la movilización de recursos que les significaría esta duplicación de fechas.
También hay otro problema a resolver, que está relacionado con la duplicación de mesas producto de la realización de dos elecciones diferenciadas, aunque ellas tuvieran lugar simultáneamente, ya que esto requerirá la duplicación de mesas y de urnas, así como también de los fiscales provistos por los diversos competidores. En ese caso, si las elecciones fueran disociadas, los mismos actores podrían ser convocados en hasta 4 ocasiones; pero, si son simultáneas, habría que duplicar su espectro humano. Todo un tema para resolver que parece no haber sido tenido en cuenta al momento de aprobar la boleta única para los comicios nacionales.
Así, a tientas y a ciegas, se ha puesto en marcha una nueva convocatoria cívica. Dios tendrá que demostrar que sigue siendo argentino.