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Mauricio Macri no consigue digerir la candidatura de Sergio Massa

Jun 26, 2023

Sabido es que Mauricio Macri profesa un odio visceral hacia Sergio Massa. Le envidia su habilidad política y su capacidad de trabajo. Y, sobre todo, no consigue aceptar su fracaso al momento de intentar domesticarlo.
Ni bien tomó conocimiento de la candidatura de unidad de UxP, Macri explotó, y exigió que «entreguen el poder sin hacer más daño del que han hecho».
«Idolatraban en su época a (Domingo) Cavallo.”-completó, muy afectado.
E inmediatamente se lanzó a la tarea de tratar de desacreditarlo. «Es un ministro de Economía que nos tiene al borde de la hiperinflación»-aseguró.
El ex presidente tiene graves problemas al momento de revisar su propia gestión y formular alguna autocrítica. Según él, le cabe al gobierno actual la responsabilidad de llevar a la Argentina «a una decadencia inédita».
«Estamos viviendo una situación muy triste de la Argentina. Este Gobierno nos ha llevado a una decadencia inédita, con lo cual cualquier solución que encuentren ellos con tal de que sean un poco más responsables de lo que han sido hasta ahora en estos meses que les queda (…) Que entreguen el poder sin hacer más daño del que han hecho. Nada puede funcionar cuando estás al borde la hiperinflación.»-completó.
En sus análisis Macri omite sistemáticamente cualquier responsabilidad que le pueda caber en la situación económica de nuestro país. No se hace cargo del tremendo endeudamiento privado que propició, ni del inédito préstamo que obtuvo del FMI, que pusieron de rodillas a la Argentina, condenándola por generaciones. «Más allá de todos los disparates que piensen y digan. Ellos (el FMI) vinieron al país como representantes de los otros países a tratar de ayudarnos.” ¿Cómo lo hicieron? ¿Dónde están las inversiones, las escuelas, los hospitales, la infraestructura industrial? Las divisas entraron por un lado para inmediatamente ser fugadas.
Según el ex presidente, el FMI «hará lo que piense que es lo mejor para ayudar a la Argentina». Y consideró como «disparates» las denuncias de todo tipo que recaen sobre el acuerdo con el organismo internacional que él propició.
También se refirió a la interna de JxC para bajarle el precio a los cortocircuitos internos. «El que pierde acompaña.»-aseguró. Y comentó que Bullrich le adelantó que gane o pierda iría a desayunar la mañana siguiente» de las PASO con el jefe de Gobierno porteño.
«Lo que si va a haber va a ser visiones distintas de cómo se logra el cambio en la Argentina. Ellos piensan que expresan ideas distintas de cómo lograr el cambio.»-sentenció.
Los movimientos de Mauricio Macri a lo largo de este año demuestran su desconcierto sobre la manera más conveniente para tratar de reinsertarse en la política argentina. Con una pésima imagen pública y limitada capacidad política, abandonó la carrera presidencial antes de dar batalla, y a partir de allí pretendió desempeñar un papel de arbitraje que nadie le reconoce. Todo lo contrario a lo que sucede con Cristina Fernández que, hasta ahora, ha conseguido mantener su protagonismo.
Macri parece no tomar conciencia de que su palabra está tan devaluada que sus críticas, en lugar de afectar, empoderan a sus destinatarios. Le sucedió con Horacio Rodríguez Larreta y, ahora, con Sergio Massa.
El ex presidente debió haber aprendido que a veces el silencio es más dañino que los gritos desencajados. Cuanto más trate de desacreditar a quienes no accedieron a caer en sus redes, mayor favor les hará. Los hechos hablan por si solos.