Javier Milei no deja de caer en las encuestas y trata de hacerse oir formulando denuncias sin mayor sustento, tal cual es su característica.
En esta oportunidad envistió contra el precandidato presidencial de JxC, Horacio Rodríguez Larreta, a quien identificó como uno de los “responsables” del “fracaso” del gobierno de Mauricio Macri.
«El siniestro (por Rodríguez Larreta) no cae en la cuenta que MM fracasó por el tipo de mezcla que él tanto propone», haciendo referencia a la política de diálogo y construcción de un consenso de un 70% de las fuerzas políticas que considera indispensable para garantizar el éxito de su eventual gobierno.
Milei enfatizó que tanto el alcalde porteño como «Sus socios son los grandes responsables de hundir al gobierno, empezando por el lilito Prat-Gay. CIAO.»
Sin embargo, sus argumentos no fueron acompañados de prueba contundente alguna. Simplemente la agresión.
El libertario se refirió a las críticas de Rodríguez Larreta a Mauricio Macri y Patricia Bullrich, en las que sostuvo que: «Patricia propone desde el mensaje fuerte, expresar la voluntad, ‘que vamos a’ y así no funcionó. Es la historia de la Argentina, llevamos 100 años de antinomias, peleas, de que ‘el que no piensa como yo es el enemigo, y hay que matarlo’; que todo lo que diga el adversario político está mal; que el gobierno nuevo tiene que empezar de cero. Ese modelo fracasó, mirá cómo estamos hoy, siguiendo ese modelo.»
Y completó: «Eso es lo que intentó Mauricio Macri. Yo propongo algo diferente, que construyamos una nueva mayoría sólida y firme para que el cambio se mantenga en el tiempo.»
Como ya es característico, todo aquello que apunte al diálogo, la construcción colectiva y los valores de la democracia le causa ictericia al libertario. En su peor hora como candidato busca desesperadamente revertir su declinación sin conseguirlo. La sociedad argentina parece preferir la armonía y un retorno a la normalidad, en lugar de la promoción sistemática del caos y del ajuste.
Al menos eso es lo que demuestran los últimos números de Milei y los resultados electorales en las provincias argentinas, donde se prefirió lo conocido y previsible antes que el salto al vacío.