Por más que Mauricio Macri intente convencer a través de sus dichos de que Patricia Bullrich es su candidata, nadie le cree. Su último posteo, “Es ella”, estuvo una vez más acompañado de críticas muy lights a Javier Milei. En la eventualidad de que alguno de los dos consiga llegar a la presidencia, el ex presidente pretende ser su titiritero.
Curada de espanto, a menos de una semana de haber accedido a excluir a Horacio Rodríguez Larreta de la foto pre Segundo Debate, de la que participó Mauricio Macri, debió salir a las apuradas a anunciar que el alcalde porteño sería su Jefe de Gabinete en caso de llegar a la presidencia, “con facultades y autonomía totales”. Claro está: Mauricio siguió siendo ambiguo, y Melconian cayó en el descrédito total después de la difusión de las escuchas que lo tienen como protagonista. Así la candidata de JxC recurrió al simple expediente de “amucharse”, rodearse de cada vez más referentes para pescar votos de sus respectivos rebaños. Hasta el domingo próximo no sabremos si fue una estrategia acertada, o un simple recurso desesperado.
Lo que sí quedó en claro es que Mauricio Macri agotó su paciencia. Por primera vez salió a criticarlo de manera frontal: «El primer año tendría que haber hecho cambios rápidos y no los hizo».
E inmediatamente reiteró su promesa de un «shock» de medidas en caso de llegar a la primera magistratura. «Los cambios rápidos generan un shock de confianza y yo necesito ese shock de la sociedad». «Soy la única capaz de llevar adelante un cambio de verdad», aseguró.
¿Cuáles serían esos cambios? Con sus permanentes contradicciones e incapacidad para articular un discurso coherente, la candidata de JxC parece reafirmar a cada paso que no tiene la menor idea. Sólo atina a decir que quiere cambiar, pero sólo acierta a enfatizar su decisión de “exterminar al kirchnerismo”.
«(Sergio) Massa ya es ministro y (Javier) Milei necesita construir algo más potente de lo que tiene para poder gobernar un país donde llegás y lo primero que te hacen es un tackle. ¿Cuántas veces pasó eso de que las fuerzas políticas tuvieron que ceder o terminaron antes sus mandatos o gateando como nos pasó a nosotros?», refexiona.
«Lo que hay que hacer es tener más fuerza que ellos, más poder que ellos y capacidad de enfrentamiento», asegura. ¿Poder para qué? Patricia parece ignorarlo.