Por Alberto Lettieri
La intromisión de la Policía de la Ciudad en la Provincia de Buenos Aires resulta inaceptable. Un grave caso se registró en la medianoche del domingo 11 de febrero, cuando el Intendente de Lanús, Julián Álvarez, y su secretario de Seguridad, Sebastián Castillo, supervisaban el operativo de saturación vehicular en el barrio Villa Jardín. Mientras realizanban esa acción pudieron identificar que la Policía Metropolitana se encontraba cortando los ingresos y egresos al Puente Olímpico en territorio del distrito de Lanús. De este modo, y por decisión de Diego Kravetz -ahora funcionario porteño-, los vecinos de Lanús no pueden acceder a la CABA durante la noche.
Julián Álvarez reaccionó inmediatamente y denunció que «La fuerza comandada por Diego Kravetz cometió un delito, llevando adelante en Lanús un operativo ilegal e inconsulto. Por eso me comuniqué con las autoridades judiciales e inicié las actuaciones penales correspondientes».
El accionar de Diego Kravetz -mientras que el Jefe de Gobierno de la CABA se encontraba disfrutando con su pareja en las costas de Punta del Este y luego en Roma- se suma a lo acontecido durante el reciente robo sufrido por el secretario del Concejo Deliberante de Lanús, Gabriel Sandoval, cuando la Policía de la Ciudad no permitió actuar a la Policía Bonaerense, durante la persecución de los delincuentes que se dirigían hacia la Capital Federal, lugar donde residían, garantizándoles así su impunidad.
Por si fuera poco, días atrás, Diego Kravetz -quien recibió una paliza electoral en su intento de acceder a la Intendencia de Lanús-, envió a sus militantes del distrito a acuartelarse en la Base Operativa de Seguridad Ciudadana del municipio para que los agentes no pudieran salir a patrullar, 24 horas después que el intendente había comunicado un aumento salarial del 95% para todo el personal de la fuerza.
“Le pedimos a Diego Kravetz que sea responsable y que deje gestionar al gobierno que fue elegido por el voto popular de Lanús”, exigió el intendente de Lanús, repudiando un nuevo acto de intromisión inaceptable.
¿Qué pretenden Kravetz y la administración de la CABA con esta decisión autoritaria? ¿Quiere tomar revancha sobre los ciudadanos de Lanús por no haberlo votado? Las autoridades porteñas deben dar explicaciones inmediatas y comprometerse a no repetir este inadmisible accionar.