• 27/07/2024 01:24

¿Milei contraataca?

Feb 12, 2024

A pesar de que pretenda disimularlo con sus declaraciones intempestivas y sus amenazas de tinte “barrabrava”, el humillante fracaso de la “Ley ómnibus” hizo brotar la sangre debajo de la armadura de Javier Milei. El presidente no sólo descargó su ira sobre la mayoría de los argentinos, aumentando ostensiblemente el transporte, cortando el envío de fondo a los hospitales públicos, a las políticas de lucha contra el cáncer y los discapacitados, sino que insistió a través de intervenciones públicas y su ejército de trolls en culpar a los gobernadores y a los diputados “colaboracionistas” de esas medidas, que el gobierno habría debido acelerar debido al rechazo del instrumento legal que había diseñado.
La práctica de mentir y difamar para descargar responsabilidades sobre los otros es característica el estilo del actual presidente desde siempre. Más allá de las excusas respecto de que el proyecto de ley habría sido enviado para ser rechazado, y así exponer a la mirada pública la defensa que la “casta” haría de sus privilegios, simultáneamente se debió aceptar la necesidad de ampliar la alianza de gobierno incluyendo al PRO, liquidando definitivamente a Juntos por el Cambio.
Lo que en un principio se interpretó como una debilidad de Milei fue compensado por la interna del PRO. Si bien el plan de Macri consistió en apoyar formalmente las iniciativas del gobierno pero sin conseguir concretar del todo sus iniciativas, para luego integrarse en una nueva alianza de gobierno en la que el ex presidente se quedara con la parte del león, la disputa interna con Patricia Bullrich divide a su partido. En tándem con el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, aspira a ampliar la coalición electoral dejando afuera a Macri.
Con un PRO dividido y una oposición estallada, Milei aprovechó el alineamiento de planetas para continuar con sus denuncias contra la “casta”, su corrupción y privilegios, aceptó a través de su hermana Karina la incorporación de elementos del PRO pero sin tocar la composición actual de las primeras líneas de gobierno, garantizando la continuidad de los cuestionados Martín Menem y Guillermo Francos. En una entrevista difundida este sábado, Milei aseguró que Francos está “firme como rulo de estatua”.
Pero la burbuja de Milei no parece resistir un mínimo enfoque desde la realidad. Sólo es voluntarismo. A punto tal que el jefe de editores de Clarín, Ricardo Kirchbaum, tituló su editorial del fin de semana con un título demoledor: “Milei simula una victoria, pero cede ante Macri. La derrota le impone reglas”.

Las expectativas de Milei apuntan a bajar la inflación a un dígito para el mes de abril, tratar de seguir conteniendo la protesta social y continuar haciendo proselitismo con la mirada puesta en las elecciones de medio término del año próximo. El tema es que marzo está a la vuelta de la esquina, y allí caerán, con toda su potencia, los gigantescos aumentos en educación, a lo que redoblarán lo de tarifas, prepagas y transporte, con salarios y asignaciones congeladas. En ese escenario se pondrá a prueba la paciencia de la sociedad y. tal vez, la reacción que asuma la Corte Suprema respecto del DNU. Si el presidente consigue convencer de que la culpa es del otro, quizá le vaya bien. Si el humor social estalla, el colapso del proyecto de Ley ómnibus se trasladará a su gobierno.