Durante su campaña electoral basada en falacias y mentiras, Javier Milei prometió cortarse un brazo antes de subir o crear nuevos impuestos. Lejos de cumplirlo, la voracidad recaudatoria de su gobierno nunca se satisface. A los incrementos impositivos registrados en los meses anteriores, ahora se agregan nuevas actividades financieras que deberán pagar el impuesto PAIS, a la postre el único que crece en su recaudación en una economía sumida en la depresión.
Presionado por la constante caída en la recaudación, a consecuencia del constante descenso de la actividad económica, el gobierno apuntó esta vez al sector financiero, el más beneficiado por el “timbero” Luis Caputo. Debe rascar en el fondo de la olla para tratar de compensar el rojo en sus ingresos, por lo que ahora también deberán pagar el impuesto quienes compren dólares para giros de utilidades y dividendos, y quienes suscriban los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL), con una alícuota del 17,5%.
A través del decreto 385/2024, publicado anoche en el Boletín Oficial, con la firma del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, se dipuso una ampliación del Impuesto «Para una Argentina Inclusiva y Solidaria» (PAÍS) implementado en la gestión de Alberto Fernández para limitar el acceso al mercado de cambiario.
El decreto argumenta que se trata de, ante la decisión del BCRA de permitir que los importadores de bienes y servicios suscriban a los BOPREALES «por hasta el monto de la deuda pendiente de pago por sus importaciones (…)», el gobierno considera adecuado «extender el alcance del impuesto PAÍS a las compras de billetes y divisas en moneda extranjera para la distribución de utilidades y dividendos y para la repatriación de inversiones de portafolio de no residentes generadas en cobros en el país de tales conceptos recibidos desde el 1° de septiembre de 2019, inclusive, así como también a las suscripciones de BOPREAL que sean efectuadas a tales fines».
Para justificarlo, reconoce que el objetivo es «continuar profundizando los incentivos a la inversión nacional que estimulen la producción y la realización de actividades económicas en el país, garantizando un sendero fiscal sostenible». En castellano liso y llano, el gobierno de Milei destruyó la base productiva y comercial del país, y ahora manotea por donde puede para mantenerse a flote.
El artículo 2 especifica que se incorpora el «artículo 13 quinquies», que extenderá su aplicación a las siguientes operaciones:
– «Las operaciones de compra de billetes y divisas en moneda extranjera para la repatriación de inversiones de portafolio de no residentes generadas en cobros en el país de utilidades y dividendos recibidos a partir del 1° de septiembre de 2019, inclusive, en los términos que disponga el BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (BCRA) en el marco de la normativa de acceso al mercado libre de cambios».
– «La suscripción en pesos de “Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre” (BOPREAL) emitidos por el BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (BCRA) o de aquellos bonos o títulos que esa institución emita en el futuro con igual finalidad, por parte de quienes los adquieran en concepto de: (i) pago de utilidades y dividendos, en los términos que disponga el BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (BCRA) en el marco de la normativa de acceso al mercado libre de cambios y/o (ii) repatriación de inversiones de portafolio de no residentes generadas en cobros en el país de utilidades y dividendos recibidos a partir del 1° de septiembre de 2019, inclusive, en los términos que disponga el BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (BCRA) en el marco de la normativa de acceso al mercado libre de cambios».
En ambos casos, la alícuota será del 17,5%. El gobierno de Milei ha secado la plaza de pesos, sumido al país en la depresión, promovido una inflación descomunal y vaciado los bolsillos y los ahorros de los argentinos, sin impulsar una sola medida de recuperación económica ni de compensación sobre los famélicos ingresos de la enorme mayoría de la sociedad. En lugar de revisar su plan económico sigue avanzando en la misma dirección, pese a que los economistas ke advierten que así sólo conseguirá dejar tierra arrasada. Lo malo es que las respuestas oficiales sólo expresan goce y satisfacción por el castigo impuesto a nuestra sociedad, y la oposición mira para otro lado y aprueba nuevas herramientas institucionales para despejarle ese camino de espanto.