• 08/02/2025 12:34

Elecciones 2025 en la Provincia de Buenos Aires ¿La madre de todas las batallas?

Ene 31, 2025

Una verdad aceptada en la política es que las elecciones en la Provincia de Buenos Aires son la madre de todas las batallas electorales. Con el 38% de la población y un peso decisivo en las cámaras nacionales, los comicios de la provincia resultan determinantes para definir su composición, pero también para auscultar el humor social respecto del gobierno nacional. En 2025 no será diferente, ya que el curso electoral de la provincia habrá de influir decisivamente tanto en la segunda mitad del gobierno de Javier Milei, como en la composición de las alianzas políticas de cara a las presidenciales de 2027.
Cuando LLA instaló, hacia finales del año pasado, el debate sobre la eliminación de las PASO para las elecciones nacionales, o al menos su suspensiòn para los comicios de medio tèrmino del año en curso, abrió deliberadamente la Caja de Pandora. El avispero político ya venìa conmocionado por la sanción de la Boleta Ùnica que ponía fin a las listas sábana que en aquellas provincias que se ajustaban al cronograma electoral nacional permitía unificar y disciplinar las distintas categorías locales con las nacionales, asignando una importancia superlativa a los cargos de nación que encabezaban las boletas. En Buenos Aires la norma vigente establece la subordinación de las elecciones nacionales, tanto en su cronograma como en su mecánica, pero ahora la aprobación de un régimen diferenciado a nivel nacional convierte esos temas en objeto de debate jurídico. Si se suprimen o suspenden las PASO en nación, la provincia podría hacer lo mismo sin mayores inconvenientes. Pero si eso no sucede, el cambio de normas de las nacionales permite recurrir a la justicia nacional para modificar el régimen provincial. Esto es, justamente, lo que tiene en carpeta Axel Kicillof para el caso de que el Congreso Nacional decida finalmente mantener las PASO, y que fue comunicado y avalado por los 40 intendentes -35 de los cuales asistieron personalmente- participantes de la reunión del pasado miércoles en la costa atlántica.
El descabezamiento de las listas sábana plantea un escenario esquizofrénico, ya que los bonaerenses podrían llegar a votar en 8 elecciones distintas, entre PASO y generales, según las categorías en las que se compita. Pero, además, el proceso electoral se presenta enrarecido por las tesis contrapuestas de Cristina y de Axel: mientras que la ex presidenta exige unificación de cronograma para tratar de atraer a los votantes a las listas nacionales que pretende definir con su dedo disciplinador, la posición del “axelismo” y de la mayoría de los intendentes peronistas es la inversa: disociarlas para poner en debate las agendas provinciales y municipales, para tratar de despegarse del pésimo recuerdo que dejó el gobierno de Alberto y Cristina.
La ex presidenta sabe que la disociación es el peor escenario para ella, ya que no sólo serán muy pocos los intendentes dispuestos a movilizar a sus tropas para aportarle sufragios, sino que también la brecha entre los votos conseguidos por UXP en las provinciales y municipales y los de las nacionales podría resultar muy significativa. Esta diferencia podría tomarse como una victoria de Axel sobre su mentora, y el desmoronamiento de lo que queda del lliderazgo nacional de Cristina.
Desde hace tiempo Cristina y la Càmpora vienen haciendo todo lo posible para esmerilar a Axel. Su última movida fue impedir la aprobación del Presupuesto provincial a fines del año pasado. Pero esa jugada se le volvió en contra, ya que le dejaron manos libres al gobernador para extender la vigencia del precedente, actualización mediante, y asi permitirle dar de baja a muchísimos contratos de militantes cristinistas y camporistas, justificados por la reducción de las partidas.
En su afán por destruir, Cristina le dejó manos libres a Axel para modificar el presupuesto a voluntad. Caìda en la cuenta de su error, ahora intenta presionar a los propios para reinstalar el debate presupuestario, pero seguramente será demasiado tarde. Otro error de cálculo de la ex presidenta. Y van…
Dentro del peronismo provincial ven en el presente la oportunidad dorada para sacarse de encima a Cristina y a la Cámpora, tras haber sufrido una década y media de malos tratos y desprecios. Claro está que, para conseguir aprobar un cronograma electoral diferenciado, el gobernador precisa del aporte de representantes de la oposición. Esto no parece ser un problema, sobre todo si se les ofrece a los intendentes la posibilidad de hacer caer la norma que impide su reelección indefinida. Con esta modificación ganarìan tirios y troyanos. Además, la disociación del calendario permitiría dejar a Javier Milei fuera de los comicios provinciales, ya que, aunque no mida bien en los conurbanos, atrae una intención de voto muy superior a la de los miembros de su partido, que, para peor, en muchos casos no queda en claro cuáles son, habida cuenta de la guerra de guerrillas que caracteriza a LLA.
Una elección disociada potenciarìa la autoridad de los intendentes, los “dueños de los votos”, y permitiría avanzar en el siempre reclamado y nunca conseguido proceso de separación de la política bonaerense de la nacional. También fortalecería la importancia del gobernador y de quienes encabecen las listas de las circunscripciones electorales de la oposición, colocándolos respectivamente en las gateras de la elección presidencial y de la de gobernador de 2027. En cambio, debilitaría decididamente la injerencia de los armados nacionales, hoy en dia bastante colapsados, sobre la provincia.
Si bien Axel Kicillof no será candidato a nada, varios sectores que lo respaldan han salido a pintar el territorio provincial con la consigna “Axel o Milei”, o bien postulando su candidatura presidencial para 2027, Aquí se dan otros dos hechos paradójicos y muy significativos: si bien dentro de los votantes tradicionales del kirchnerismo Cristina le saca una leve luz al gobernador, en un sondeo respecto de un eventual balotaje en 2027 Axel le saca 8 puntos a Javier Milei, imponiéndose por el 54 contra el 46%. Pero lo más interesante es que, puestas a exámen las políticas del gobierno actual frente a las que razonablemente propiciarìa Axel, el gobierno pierde por el 70 contra el 30% en casi todos los rubros. De esto pueden extraerse dos conclusiones: La primera es que Cristina es la garantía segura de una derrota de su espacio en las elecciones de 2027, y la segunda es que la enorme mayoría de los argentinos esta en desacuerdo con el curso del gobierno actual, pero aún asi la mitad lo apoya porque no consigue identificar un líder definido de la oposición, mientras que Milei monopoliza una imagen de mando muy apreciada por nuestros compatriotas, sobre todo después del decepcionante desempeño de la dupla Alberto-Cristina.
Así las cosas es muy probable que la disociación de cronogramas electorales tenga lugar, y que las instancias provinciales y municipales emerjan fortalecidas respecto de las nacionales. Lo que aùn no queda en claro es cómo este escenario incidiría en los comicios nacionales, considerados vitales por el gobierno y el mercado para potenciar o comenzar a ponerle piedras al plan de Caputo-Milei. Hoy por hoy, todas son dudas y especulaciones. ¿Conseguirá el gobierno contener la inflación y mantener planchado el dólar hasta octubre, o finalmente el Titanic oficial colapsará antes?
Como siempre, policía y economía se interpenetran y condicionan. Es casi imposible establecer un pronóstico certero. Lo único concreto es que, en los últimos quince días, la aparente tranquilidad oficial ha dejado paso a disputas internas en los niveles más altos del gobierno cada vez más virulentas. La gobernabildad esté en juego: si será antes o después de octubre es lo que falta determinar.